ORIENTACIONES CURRICULARES
Son principios de la educación Preescolar:
a.
Integración:
Reconoce el trabajo pedagógico integral y considera al educando como un ser
único y social en interdependencia y reciprocidad permanente con su entorno
familiar, natural, social, ético y cultural.
b.
Participación: Reconoce la organización y el
trabajo de grupo espacio propicio para aceptación de si mismo y del otro, en el
intercambio de experiencias, aportes, conocimientos e ideales por parte de los
educandos, de los docentes, de la familia y demás miembros de la comunidad a la
que pertenece, y para la cohesión, el trabajo grupal, la construcción de
valores y normas sociales, el sentido de pertenencia y el compromiso personal y
grupal.
c.
Lúdica:
Reconoce el juego como dinamizador de la vida del educando mediante el cual
construye conocimientos, se encuentra consigo mismo, con el mundo físico y
social, desarrolla iniciativas propias, comparte sus intereses, desarrolla
habilidades de comunicación, construye y se apropia de normas.
Así mismo, reconoce que el
gozo, el entusiasmo, el placer de crear, recrear y de generar significados,
afectos, visiones del futuro y nuevas formas de acción y convivencia, deben
constituir el centro de toda acción realizada por y para el educando, con su
entorno familiar, natural, social, ético, cultural y escolar.
El currículo del nivel preescolar se concibe como un proyecto permanente de construcción e investigación pedagógica, que integra los objetivos establecidos por el artículo 16 de la Ley 115 de 1994 y de permitir continuidad y articulación con los procesos y estrategias pedagógicas de la educación básica.
Los procesos curriculares se desarrollan
mediante la ejecución de proyectos lúdico pedagógicos y actividades que tengan
en cuenta la integración de las dimensiones del desarrollo humano: Corporal,
cognitiva, afectiva, comunicativa, ética, estética, actitudinal y valorativa;
Los ritmo de aprendizaje, las necesidades de aquellos menores con limitaciones
o capacidades o talentos excepcionales, las características étnicas,
culturales, lingüísticas y ambientales de cada región y comunidad.
Para la organización y desarrollo de sus
actividades y de los proyectos lúdicos pedagógicos, las instituciones
educativas deberán atender las siguientes directrices:
1. La identificación y el
reconocimiento de la curiosidad.
2.
La
generación de situaciones recreativas, vivenciales productivas y espontáneas.
3.
La
creación de situaciones que fomenten el desarrollo de los valores.
4.
creación
de ambientes lúdicos de interacción dentro y fuera de la institución.
5.
El
desarrollo de procesos de análisis y reflexión sobre las relaciones e
interrelaciones del educando.
6.
La
utilización y el fortalecimiento de medios y lenguajes comunicativos.
7.
La
creación de ambientes de comunicación para el goce y mejor uso del lenguaje.
8.
La
adecuación de espacios locativos, acordes con las necesidades físicas y
sicológicas del alumno.
9.
La
utilización de los espacios comunitarios, familiares, sociales, naturales y
culturales.
10. La utilización de materiales y
tecnologías adecuadas.
El análisis
cualitativo integral de las experiencias pedagógicas.
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