DIMENSIONES
Los procesos curriculares se desarrollan
mediante la ejecución de proyectos lúdico pedagógicos y actividades que tengan
en cuenta la integración de las dimensiones del desarrollo humano: Corporal,
cognitiva, afectiva, comunicativa, ética, estética, actitudinal y valorativa;
Los ritmo de aprendizaje, las necesidades de aquellos menores con limitaciones
o capacidades o talentos excepcionales, las características étnicas,
culturales, lingüísticas y ambientales de cada región y comunidad.
Comprender quienes son los niños y las niñas que ingresan al nivel de educación preescolar y al hacerlo le dan sentido y lo
hacen posible, remite necesariamente a la comprensión de sus dimensiones del
desarrollo, desde su propia individualidad en donde se manifiestan las
condiciones del medio social y cultural al cual pertenece. Esta concepción
trasciende la concepción pura de áreas del desarrollo y los ubica en una
dinámica propia que responde a intereses, motivaciones, actitudes y aptitudes
de cada uno de ellos.
Le corresponde al docente, a las familias y personas
cercanas a los niños, estar al tanto del proceso de evolución que vive durante
este periodo de vida, en una interacción constante que posibilite su pleno
desarrollo.
La dimensión comunicativa en
el niño está dirigida a expresar conocimientos e ideas sobre las cosas,
acontecimientos y fenómenos de la realidad; a construir mundos posibles; a
establecer relaciones para satisfacer necesidades, formar vínculos afectivos,
expresar emociones y sentimientos.
Para el niño de preescolar, el uso cotidiano
del idioma, su lengua materna en primera instancia, y de las diferentes formas
de expresión y de comunicación, le permiten centrar su atención en el contenido
de lo que desea expresar a partir del conocimiento que tiene o va elaborando de
un acontecimiento, constituyéndose el lenguaje en la forma de expresión de su
pensamiento.
El niño requiere de una gran cantidad de
estimulación del lenguaje antes poder producir palabras. Para facilitar este
logro se requiere un ambiente que proporcione modelos adecuados así como
expectativas y oportunidades para que hable.
Es a través del lenguaje que
se establecen los vínculos sociales, por lo tanto los procesos de comunicación
comienzan a ser mirados como escenarios de la transformación de la
sensibilidad, de la percepción social, de los sentimientos sociales,
En esta dimensión se trabajará
el área de inglés ya que se ha convertido en un idioma esencial en la vida de
todo ser humano; lo que se busca es que el niño se familiarice con éste,
solamente se hará énfasis en la pronunciación e identificación de palabras u
objetos que aparecen en el ámbito conceptual.
. DIMENSION COGNITIVA
Entender el desarrollo de la
dimensión cognitiva en el niño que ingresa al nivel preescolar, remite
necesariamente a la comprensión de los orígenes y desarrollo de la gran
capacidad humana para relacionarse, actuar y transformar la realidad.
Por lo tanto, solo podemos
medirla en términos de lo que el niño dice o hace. La memoria es el
almacenamiento de información que luego se recuerda o se reproduce. El niño
recuerda y nombra objetos, cuadros formas y símbolos, como semáforos, antes de
poder identificar letras o palabras.
El programa de estudios en el
área de cognición incluye actividades que abarcan desde empezar a tomar
conciencia de si mismo y del ambiente inmediato hasta el conocimiento de
conceptos de números, repetición de cuentos y realización de composiciones.
El aprendizaje de las
matemáticas al igual que en las otras áreas, es más efectivo cuando el
estudiante está motivado. Por ello hay que despertar la curiosidad, que las
actividades sean de acuerdo a las etapas de desarrollo en que se encuentra el
educando y que estas tengan suficientes relación con la vida diaria.
DIMESION ETICA - ACTITUDINAL
La formación ética y moral en
los niños, una labor tan importante como compleja, consiste en abordar el reto
de su vida. La manera como ellos se relacionaran con su entorno y con sus
semejantes, sus apreciaciones sobre la sociedad y sobre su papel en ella, en
fin, a aprender a vivir.
Desde los primeros contactos
que los niños tienen con los objetos y personas que lo rodean, se inicia el
proceso de socialización que los ira situando culturalmente en un contexto de
símbolos y significados que les proporcionara el apoyo necesario para ir
construyendo en forma paulatina su sentido de pertenencia a un mundo
determinado y sus elementos de identidad.
En este proceso de
socialización comienza también el proceso de formación ética y moral de los
niños. Los adultos con su forma de actuar, de comportarse, de hablar, y los
objetos con su carga simbólica, se han encargado de crearle una imagen del
mundo y de su entidad.
El objetivo de la educación
moral seria el desarrollo de la autonomía, es decir, el actuar de acuerdo con
criterios propios.
DIMENSIÓN CORPORAL
en la educación preescolar se
habla de psicomotricidad, concepto que surge como respuesta a una concepción
que consideraba al movimiento desde el punto de vista mecánico y al cuerpo
físico con agilidad, fuerza, destreza y no como un medio para hacer evolucionar
al niño hacia disponibilidad y la autonomía.
La expresividad del movimiento
se traduce en la manera integral como el niño actúa y se manifiesta ante el
mundo y su cuerpo, en la acción del niño se articulan toda su afectividad,
todos sus deseos, todas sus representaciones, pero también todas sus
posibilidades de comunicación y conceptualización.
Por tanto, cada niño posee una
expresividad corporal que lo identifica y debe ser respetada en donde sus
acciones tienen una razón de ser.
A partir de esta concepción se
planten tres grandes objetivos que se complementan y enriquecen mutuamente:
hacer del niño un ser de comunicación, hacer del niño un ser de creación y
favorecer el acceso hacia nuevas formas de pensamiento, por lo cual al
referirnos a la dimensión corporal, no es posible mirarla solo del componente
biológico, funcional y neuromuscular, en busca de una armonía en el movimiento
y en su coordinación, sino incluir también las otras dimensiones, recordando
que el niño actúa como un todo poniendo en juego su ser integral.
Se puede decir que desde la
dimensión corporal se posibilita la construcción misma de la persona, la
constitución de una identidad, la posibilidad de preservar la vida, el camino
de expresión de la conciencia y la oportunidad de relacionarse con el mundo.
DIMENSION ESTETICA
la dimensión estética en el
niño juega un papel fundamental ya que brinda la posibilidad de construir la
capacidad profundamente humana de sentir, conmoverse, expresar, valorar y
transformar las percepciones hacia si mismo y el entorno, desplegando todas sus
posibilidades de acción. El niño, en esa
permanente interacción consigo
mismo, con sus padres y con los adultos, especialmente con sus compañeros el
docente y padres de familia, manifiesta sus sensaciones, sentimientos y
emociones, desarrolla la imaginación y el gusto estético garantizando climas de
confianza y respeto, donde los lenguajes artísticos se expresan y juegan un
papel elemental al transformar lo contemplado en metáforas y representaciones
armónicas de acuerdo a las significaciones propias de su entorno natural,
social y cultural.
DIMENSION SOCIO AFECTIVA
El desarrollo socio afectivo en el niño
juega un papel fundamental en el afianzamiento de su personalidad, auto imagen,
auto concepto y autonomía, esenciales para la consolidación de su subjetividad,
como también la relación que establecen con los padres, hermanos, docentes, niños y adultos cercanos a él, de
esta forma va logrando crear su manera personal de vivir, sentir y expresar
emociones y sentimientos frente a los objetos, animales y personas del mundo,
la manera de actuar, disentir y juzgar sus propias actuaciones y las de los
demás, al igual de tomar sus propias determinaciones.
Procurar un adecuado desarrollo socio
afectivo del niño implica facilitar la expresión de sus emociones, tanto de
ira, rabia, temor, llanto, como también de bienestar, alegría, gozo, amor,
entusiasmo darle seguridad en sus acciones, facilitando la oportunidad de
escoger, decidir y valorar dentro de una relación de respeto mutuo, de
aceptación, de cooperación voluntaria, de libertad de expresión, de apreciación
de sus propios valores y de solidaridad y participación, hace parte de la formación para la vida por cuanto permite
a los niños ir creando su propio esquema de convicciones morales y de la forma
de relacionarse con los demás.
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